Las perspectivas económicas nacionales para el mediano plazo son prudentemente positivas. Las condiciones internas estarán enmarcadas por la continuidad en la implementación de la Estrategia de Reducción de la Pobreza y por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), firmado en febrero del 2004, que prevé: (i) fortalecimiento de las finanzas públicas; (ii) fortalecimiento del sistema financiero y promoción de la inversión privada; (iii) consolidación de la gobernabilidad y transparencia; y (iv) facilitación del acceso a recursos concesionales para apoyar la ERP.
En marzo 2005, Honduras alcanza su punto de culminación, lo que implica que el país cumplió con las condiciones del FMI para acceder a los beneficios de la Iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados, esto le permitirá la condonación de USD 1 200 millones de su deuda externa. Adicionalmente, en el primer semestre del 2004, el país fue incluido entre los países que recibirán recursos de la “Cuenta del Reto del Milenio” de los Estados Unidos, a lo que se sumó la condonación de USD 147 millones del servicio de deuda por parte del Club de París. Finalmente, en Junio 2005, el G-8 resolvió la condonación de la deuda de 18 países, Honduras es uno de los beneficiados y recibirá una condonación de unos USD 1 500 millones de dólares, los cuales serán destinados a reducir la pobreza.
En el marco de la ERP, el país ha priorizado seis áreas programáticas, entre ellas, una con la que se pretende reducir la pobreza en zonas rurales. Esta línea de acción tiene como objetivo, mejorar el acceso equitativo, seguro y sostenible, a factores productivos, que incluye la generación de empleo e ingresos para la población hondureña.
El Gobierno anterior y la sociedad civil hondureña lograron un amplio consenso sobre la ERP. La comunidad internacional también reconoce que la ERP constituye el eje articulador de las políticas de desarrollo del país y de alineación de la cooperación internacional en torno a las prioridades nacionales allí expresadas. El Gobierno actual, por su parte, propone como uno de sus áreas prioritarias la actualización de la ERP. Estos esfuerzos nacionales deben estar enmarcados en los consensos internacionales de los cuales forma parte Honduras; tales como los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados con base en la Declaración del Milenio firmado en el año 2000; como también tomar en cuenta los tratados regionales existentes como el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y los Estados Unidos (TLC-CAFTA), firmado en diciembre de 2003.
Aún contando con instrumentos valiosos como la ERP, la pobreza y la pobreza extrema sigue siendo más aguda en las zonas rurales; según la Encuesta de Hogares de mayo 2005, la población pobre del país asciende a un 71.7%, de los cuales el 72.2% se encuentra en un estado de pobreza extrema. En las zonas urbanas de las 65.8% que vive en condiciones de pobreza, un 36.7% vive en pobreza extrema; a nivel rural el 77.7% de la población se considera pobre, de los cuales un 67.9% se encuentra en la condición de pobreza extrema.
Uno de los ejes estratégicos del Sistema de las Naciones Unidas en Honduras es “El Desarrollo Rural y Seguridad Alimentaria”. La ONU en el documento "Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo" (conocido como UNDAF por sus siglas en inglés), establece que “Para el año 2011, las comunidades rurales y las organizaciones locales, junto al Estado, implementarán políticas públicas y procesos de desarrollo. De esta forma, se tendrá el acceso equitativo y sostenible de la población vulnerable, a la tierra, la generación de empleo de calidad, otros medios de producción, mercados y servicios de apoyo, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.”
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