lunes, 1 de octubre de 2012

La ERP. Objetivos, Desarrollo y Metas generales en Honduras

¿Qué es la ERP?
La Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) es un compromiso y un esfuerzo compartido entre el gobierno y la sociedad hondureña. Es el resultado de un proceso participativo que inició en enero de 2000 y finalizó en mayo de 2001, con participación directa de muchos representantes de organizaciones de la sociedad civil, con el objeto de identificar y consensuar las necesidades e intereses prioritarios de la nación para reducir la pobreza, así como definir la estrategia para su combate.

El documento final de la ERP de Honduras fue aprobado por el Presidente de la República en Consejo de Ministros el 20 de agosto de 2001.

La ERP debe ser una política de Estado, con una perspectiva de largo plazo, en un marco de amplia participación de la sociedad civil, con el apoyo de la cooperación internacional y cuya ejecución no se vea alterada por los cambios de gobierno. Hoy en día, la ERP constituye el documento de política pública más importante que tiene Honduras para combatir la pobreza.

Objetivo fundamental y metas globales

El objetivo fundamental es reducir la pobreza de manera significativa y sostenible para el año 2015, en base a un crecimiento económico, acelerado y sostenido, y procurando la equidad en la distribución de sus resultados, a través de un mayor acceso de los pobres a los factores de producción, incluyendo el desarrollo del capital humano, y la provisión de redes de seguridad social a favor de los sectores de la población en condiciones de extrema pobreza.

Las metas globales de la ERP al 2015 son las siguientes:

· Reducir la incidencia de la pobreza y la extrema pobreza en 24 puntos porcentuales
En 1999, 66 de cada 100 habitantes eran pobres, y de esos 66, 49 eran extremadamente pobres. En el 2003, había 64 pobres por cada 100 habitantes, y de esos 64, 45 eran extremadamente pobres. Para el 2015, la ERP pretende que esas cifras se reduzcan a 42 pobres por cada 100 habitantes, y de esos 42, que sólo 25 vivan en extrema pobreza.

· Duplicar la cobertura en educación prebásica en niños de 5 años
En 1999, de cada 100 niños y niñas menores de 5 años, sólo 33 recibían educación preescolar o prebásica. En el 2003 ya eran 36. Para el 2015, la ERP pretende elevar esa cantidad a 66.

· Lograr una cobertura de 95% en el acceso a los dos primeros ciclos de la educación básica (1º a 6º grado)
En el 2004, 90 de cada 100 niños y niñas tenían acceso a la educación primaria completa. Con la ERP se espera que para el 2015 esa cantidad se eleve a 95.

· Lograr una cobertura neta del 70% en el tercer ciclo de educación básica (7º a 9º grado)
En el 2004, sólo 38 de cada 100 jóvenes tenían acceso a los tres primeros años de educación secundaria. Con la ERP se espera que para el 2015 esa cantidad se eleve a 70.

· Lograr que el 50% de la nueva fuerza laboral complete la educación secundaria
En 1999, sólo 12 de cada 100 jóvenes trabajadores había completado la secundaria. En el 2004 ya eran 21 de cada 100. La ERP pretende que para el 2015, 50 de cada 100 nuevos trabajadores hayan completado la educación secundaria.

· Reducir a la mitad las tasas de mortalidad infantil y en niños menores de 5 años
En el 2001, por cada 1000 nacidos vivos, morían 34 niños y niñas menores de 1 año y 45 de 1 a 4 años. Con la ERP se quiere lograr que para el 2015, esa cantidad se reduzca a 17 y 22 respectivamente.

· Disminuir a no más de 20% la incidencia de desnutrición en menores de 5 años
En el 2001, de cada 100 niños menores de 5 años, 33 estaban desnutridos crónicamente. Con la ERP se pretende que para el 2015 esa cantidad se reduzca a 20 o menos.

· Reducir la mortalidad materna de 147 a 73 por cada 100,000 nacidos vivos
En 1997, por cada 100,000 mujeres que daban a luz anualmente, 108 perdían la vida. Con la ERP se pretende que para el 2015 esa tasa de mortalidad se reduzca a 73.

· Lograr un 80% de cobertura de servicios de energía eléctrica
En el 2000, de cada 100 personas, 55 tenían energía eléctrica. En el 2004 ya eran 64. La ERP pretende que para el 2015, 80 de cada 100 personas tengan ese servicio.

· Triplicar la cobertura telefónica del país
En el 2000, por cada 100 habitantes había casi 5 líneas telefónicas fijas y un poco más de 2 usuarios de teléfonos móviles. En el 2004, había un poco más de 5 líneas fijas y casi 9 usuarios de teléfonos móviles. La ERP pretende que para el 2015, sean 15 líneas fijas y no menos de 8 usuarios de teléfonos móviles por cada 100 habitantes.

· Lograr un acceso del 95% de la población a agua potable y saneamiento
En 1999, de cada 100 personas, 81 tenían acceso a agua potable y 70 a saneamiento. En el 2004, 82 tenían acceso a agua potable y 77 a saneamiento. La ERP pretende que para el 2015, 95 de cada 100 personas tengan acceso a ambos servicios.

· Equiparar y elevar en 20% el Índice de Desarrollo Humano relativo al género
Las niñas y las mujeres tienen igual derecho al desarrollo humano que los niños y los hombres (igualdad en la esperanza de vida, salud, educación, reducción de la pobreza y democracia). En 1999 el índice de desarrollo humano relativo al género era de 0.64. En el 2003 ya habíamos subido a 0.65. Con la ERP se pretende llegar hasta 0.77 en el 2015.

· Reducir la vulnerabilidad ambiental del país
El suelo hondureño es de vocación forestal, lo que significa que tenemos que proteger los bosques para reducir el daño que ocasiona un medio ambiente descuidado. En el 2000 solamente un 12.5% de la superficie forestal prioritaria estaba protegida. En el 2004, ese porcentaje había subido a 57.5%. En el 2015 la ERP pretende reducir la vulnerabilidad ambiental, subiendo al máximo ese porcentaje (100%).
Lineamientos que la regulan
La ERP está orientada por cinco lineamientos, que pueden sintetizarse así:

1. Priorizar en acciones que tiendan a la reducción sostenible de la pobreza;
2. Priorizar las acciones a favor de zonas y grupos más postergados del país;
3. Fortalecer la participación de la sociedad civil y la descentralización en la ERP;
4. Fortalecer la gobernabilidad y la democracia participativa en el marco de la ERP;
5. Disminuir la vulnerabilidad ambiental y su impacto en la pobreza.
Áreas específicas
Para hacer la ERP más concreta y práctica y lograr las metas globales que se propone al 2015, ésta cuenta con seis áreas programáticas más específicas, orientadas a lo siguiente:

1. Acelerar el crecimiento económico equitativo y sostenible, mediante lo siguiente:
a. Mantener la estabilidad macroeconómica;
b. Fortalecer la inversión y la generación de empleo;
c. Mejorar el acceso competitivo a mercados internacionales; y,
d. Desarrollar los sectores de alto potencial productivo y de empleo.
2. Reducir la pobreza en las zonas rurales, mediante lo siguiente:
a. Mejorar la equidad y seguridad en el acceso a la tierra;
b. Lograr el desarrollo sostenible en zonas prioritarias;
c. Mejorar la competitividad de la pequeña economía rural; y,
d. Mejorar las condiciones sociales en el área rural.
3. Reducir la pobreza urbana, a través de:
a. Estimular el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa;
b. Lograr el desarrollo de ciudades intermedias;
c. Apoyar la vivienda de interés social; y,
d. Proveer acceso a servicios básicos en áreas prioritarias.
4. Invertir en capital humano, mediante lo siguiente:
a. Lograr una mayor calidad y cobertura en educación básica y técnica-productiva;
b. Lograr un mayor y mejor acceso a servicios de salud; y,
c. Promover la riqueza cultural y la identidad nacional.
5. Fortalecer la protección social para grupos específicos, a través de:
a. Ampliar y mejorar las redes de seguridad social;
b. Lograr la equidad e igualdad de género; y
c. Impulsar el desarrollo de los pueblos étnicos.
6. Garantizar la sostenibilidad de la Estrategia, mediante lo siguiente:
a. Fortalecer la transparencia y la democracia participativa;
b. Fortalecer el sistema de justicia y la seguridad ciudadana;
c. Modernizar la administración pública y la descentralización; y,
d. Mejorar la protección del ambiente y la gestión de riesgos.
¿Cuánto cuesta poner en práctica la ERP y cómo se financiará?
La estimación de costos de la ERP incluye dos componentes fundamentales:

1. Los programas y proyectos que están en ejecución o “proyectos de arrastre” y,
2. Los programas y proyectos nuevos, que se derivan de las metas, medidas de política y objetivos de la ERP.

El coste total de los programas, incluyendo programas y proyectos en ejecución y nuevos, asciende a US$ 2,666 millones, para los 15 años considerados de ejecución de la ERP. Considerando que los programas y proyectos que ya están en ejecución cuentan con financiamiento comprometido, el mayor reto es garantizar el financiamiento para los programas y proyectos nuevos.

Para financiar la ERP hay tres fuentes principales:

1. Los recursos liberados del Presupuesto General de la República, a raíz del alivio de la deuda externa, en el marco de la iniciativa para los países pobres altamente endeudados (HIPC siglas en inglés);
2. Los ingresos fiscales que se generen a partir de los procesos de privatización en sus diversas modalidades (venta de activos, concesionamiento, capitalizaciones, etc.)
3. Los recursos adicionales del Presupuesto General de la República provenientes de la recomposición de prioridades dentro del gasto público, así como de un manejo más eficiente del mismo, con prioridades claramente establecidas.

El Consejo Consultivo de Reducción de la Pobreza ha logrado priorizar los miles de proyectos que se sugirieron en todo el país para reducir la pobreza, dejándolos en cerca de 4 mil para el Presupuesto General del año 2006, utilizando la siguiente metodología:

1. 55% en proyectos de reactivación productiva.
2. 35% en proyectos sociales, de educación, salud y cultura.
3. 10% en proyectos de desarrollo institucional y gobernabilidad.

Ahora bien, esos 4 mil proyectos se estiman con un coste de 2,500 millones de lempiras aproximadamente, pero la verdad es que el gobierno aún no cuenta con esa cantidad de los recursos condonados para los proyectos nuevos de combate a la pobreza. Si el gobierno logra conseguir los 2,500 millones de Lempiras que se requieren, a continuación se detalla su distribución por departamento y por área de proyecto para el año 2006:
¿Quiénes serán responsables de ejecutarla y darle seguimiento?
La estructura organizativa para la ejecución y seguimiento de la ERP integra una diversidad de instancias gubernamentales, municipalidades, ONGs, sector privado y donantes, cada una desde el ámbito que le compete; sin embargo, hay nueve instancias específicas que se denominan a continuación:

1. El Gabinete Social, como parte del Poder Ejecutivo y como el ente líder responsable de la implementación, seguimiento y evaluación de la ERP, encargado de establecer la elegibilidad de los proyectos a ser financiados bajo la ERP. Está coordinado por el Presidente de la República y conformado por los Secretarios de Estado en los Despachos de Educación, Salud, Trabajo y Seguridad Social, Agricultura y Ganadería, Cultura, Artes y Deportes; Ministro Director del FHIS, Director Ejecutivo del Instituto Nacional Agrario; y el Titular de la Secretaría Técnica y de Cooperación Internacional;

2. El Consejo Consultivo para la Reducción de la Pobreza, como el ente colegiado y participativo, de asesoría al Gabinete Social, integrado por representantes del gobierno, sociedad civil y la Asociación de Municipios de Honduras;

3. El Fondo para la Reducción de la Pobreza (FRP), como el instrumento financiero de la Estrategia, que será administrado por el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Finanzas;

4. La Unidad de Apoyo Técnico (UNAT), adscrita a la Secretaría del Despacho Presidencial, para dar apoyo técnico al Gabinete Social en todos los aspectos relacionados a la implementación, seguimiento y evaluación de la Estrategia;

5. El Sistema Nacional de Evaluación de la Gestión (SINEG),  dependiente de la Secretaría del Despacho Presidencial, encargado del seguimiento de las políticas, programas y proyectos vinculados a la ERP;

6. El Instituto Nacional de Estadística (INE), órgano técnico, autónomo, responsable de la coordinación del Sistema Estadístico Nacional. En coordinación con la UNAT y el SINEG, el INE apoyará la definición y obtención de indicadores básicos que permitan un seguimiento efectivo al objetivo de reducción de la pobreza;

7. La Unidad de Programa de Eficiencia y Transparencia (UPET) controlará y apoyará la gestión de las instituciones vinculadas a la ERP para asegurar que todos los procesos de compra y contrataciones de obras y/o servicios personales o de firmas, desde su presupuesto hasta la entrega del producto final, sean transparentes y eficientes en el uso de los recursos;

8. Las instancias descentralizadas, municipales y departamentales, que a su vez se apoyarán de instancias de participación ciudadana para la ejecución, seguimiento y evaluación de la ERP; y,

9. Las instituciones privadas y ONGs para apoyar la difusión de la ERP y la participación de la población, apoyar el proceso de priorización de la demanda, ejecutar o co-ejecutar proyectos para reducir la pobreza y participar en el seguimiento y evaluación de las acciones.
¿Cuáles son los riesgos de la ERP?
La ejecución exitosa de la ERP puede verse limitada por varios factores internos y externos. Entre ellos están:

1. El nivel de consenso nacional relacionado con la sostenibilidad de la Estrategia;
2. La capacidad de ejecución eficiente, en un marco de gobernabilidad, transparencia y participación democrática, de la totalidad de programas globales de la Estrategia;
3. Las presiones sobre las finanzas públicas, tanto por el lado de los gastos como por los ingresos;
4. La falta de recursos externos adecuados;
5. El comportamiento de la economía mundial; y,
6. Los desastres naturales.

Lograr las metas de la ERP significa que para el 2015:

1. Se reducirá el porcentaje de personas que sufren de pobreza y de pobreza extrema a 42 pobres por cada 100 habitantes, y de esos, sólo 25 vivirán en extrema pobreza; mejorando el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB), aumentándolo per cápita, haciendo que una mayor parte del PIB sea generado por la población pobre, disminuyendo la tasa de crecimiento poblacional y logrando que el gasto social llegue al 50% de los gastos totales del Gobierno Central en los primeros 5 años de ejecución de la ERP.
2. Habrá el doble de educación preescolar para los niños de 5 años, o sea para 66 de cada 100 niños y niñas, ampliando la infraestructura, formando y contratando nuevos maestros y promoviendo formas alternas de entrega de servicios educativos;
3. 95 de cada 100 niños y niñas tendrán acceso a la educación primaria completa, con sistemas de participación comunitaria, maestros con educación superior, programas de alimentación nutricional, etc.;
4. 70 de cada 100 niños y niñas tendrán acceso a los tres primeros años de educación secundaria, mediante el mejoramiento de la calidad educativa; la ampliación de los incentivos como becas o subsidios directos que ayuden a retener a los estudiantes de hogares pobres en los últimos tres años de la educación básica; y la promoción de modalidades alternas de educación con participación comunitaria;
5. 50 de cada 100 nuevos trabajadores habrá completado la educación secundaria, también mediante el mejoramiento de la calidad educativa; el desarrollo de incentivos para promover el término de la secundaria; el aumento sustancial de la oferta de centros escolares; y la mayor participación de ONGs, empresarios y padres de familia;
6. Se reducirá a la mitad la tasa de mortalidad infantil y en niños menores de 5 años, logrando reducirla a 17 niños y niñas menores de 1 año y 22 niños y niñas entre 1 y 4 años, por cada 1000 nacidos vivos.
7. De cada 100 niños y niñas menores de 5 años, 20 o menos sufrirán de desnutrición, mediante la ampliación de programas como el bono nutricional y de atención a mujeres embarazadas, la promoción de la importancia de la lactancia materna y la puesta en práctica de sistemas de vigilancia alimentaria y nutricional en los centros de salud urbanos y rurales que permitan la alerta temprana y la adopción de correctivos oportunos. El logro de esta meta también permitirá que más niños se mantengan en la escuela.
8. Se reducirá la mortalidad materna de 147 a 73 por cada 100,000 nacidos vivos, aumentando a más del 90% el acceso de mujeres embarazadas a control prenatal; aumentando a más de 70% los partos en establecimientos adecuados y las mujeres en unión que utilizan métodos de planificación familiar; y mejorando sustancialmente la atención a la mujer adolescente embarazada;
9. 8 de cada 10 personas tendrá energía eléctrica,
10. Habrá tres veces más cobertura telefónica en el país,
11. 95 de cada 100 personas tendrán acceso a agua potable y saneamiento, con mayor participación de los gobiernos locales y las comunidades en el desarrollo y manejo de sistemas de agua; un fuerte programa de manejo de cuencas; y amplias campañas de concientización sobre la protección de las fuentes de agua y el uso racional de este recurso;
12. Se logrará una mejor equidad entre hombres y mujeres en la esperanza de vida, la salud, la educación, la reducción de la pobreza y la democracia, eliminando cualquier disparidad en los distintos niveles de educación; equiparando el acceso de la mujer en el mercado laboral y las remuneraciones; y promoviendo una mayor participación de la mujer en cargos de elección y de puestos directos, entre otros; y,
13. Se revertirá la pérdida de los recursos naturales, mediante la aprobación de leyes sobre ordenamiento territorial, nueva ley forestal y ley de gestión de riesgos; se logrará que la mayoría de las municipalidades consideren en su plan de acción municipal la protección ambiental y la gestión de riesgos.; y se protegerán todas las áreas forestales prioritarias para evitar los daños que ocasiona un medio ambiente descuidado.

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